miércoles, 18 de abril de 2012

Sueña


 Miraba esos ojos cerrados a través de la poca luz de la luna que se colaba por las persianas de nuestro cuarto. La observaba atónito, ella tan perdida en sus sueños profundos como cuando era joven y soñaba despierta, por entonces éramos eternos. Imaginábamos un futuro lleno de viajes, de sonrisas y pasiones, mientras nos cogíamos de la mano y observábamos el mar mediterráneo.
   Hoy todo era gris. Nos tocaba vivir uno días manchados por facturas, problemas y embargos. La vida ideal que habíamos inventado se había desvanecido y cada mañana levantarse era una tarea ardua. Noche tras noche deseaba acostarme y no volver a ver la luz del día para no tener que mirar de nuevo esos ojos y notar en su reflejo el fracaso diario de esta historia.

   Me levanté sin mirar la hora que marcaba el despertador. Intuí que había dormido escasas cuatro horas. Ella se movió en la cama emitiendo un pequeño quejido.

   - Tsss... duerme tranquila. - Susurré al aire.

   Improvisé escogiendo la ropa del armario. En el baño me lavé la cara y me detuve a mirar las arrugas del tiempo en mi cuerpo aderezadas con algunas que otras cicatrices y heridas que tardan en marchar.
   Salí al pequeño saloncillo que tendríamos por poco tiempo y allí me vestí. Al lado de la radio nuestra primera foto juntos. No hacía falta ni luz ni lentes para quedar cegado por el relámpago que emitía nuestros ojos. Toqué el retrato de nuestras caras con el filo de mis dedos... y luego encendí la radio. Un locutor hablaba en tono sobrio sobre la crisis del Euro. Yo mientras mordisqueaba una magdalena y observaba la luna a través de la ventana.

   - ...Miles de familias arruinadas se agolpan en comedores sociales cada mañana... -

   La luna... De pequeño soñaba con ser astronauta, quizás como todo crío soñador. Pisaba ese terreno polvoriento y saltaba de cráter en cráter entrando en nuevos mundos cósmicos y jugando con miles de animales extraterrestres.

   Alcé la mirada al techo buscando alguna luz. Una lágrima decidió escapar de mis ojos mientras yo apretaba con fuerza los dientes y cerraba mis puños.

   Dejé lo que quedaba de magdalena en la mesa al igual que dejaba lo que quedaba de mi hombría cada día en las calles de esta ciudad, agarré las llaves del cenicero y volví de nuevo a la cama donde ella descansaba.

   - Sueña mi vida... sueña.

   La besé en la frente y huí del dormitorio.
   Al rato se oyó tras de mí la puerta principal cerrándose y un sudor frío recorrió mi cuerpo. Sabía que quizás nunca más volvería a cruzar ese umbral, mientras la madrugada helada me absorbía hacia sus brazos y robaba de nuevo y por última vez mi alma.



                                                                   
Ismael Romero


Licencia de Creative Commons
Sueña by Ismael Romero is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en drishlam.deviantart.com.
Permissions beyond the scope of this license may be available at http://reddodelsilencio.blogspot.com.es/.

No hay comentarios: