martes, 24 de mayo de 2011

Capitulo 10. Madrugadas.

Pasan las horas, los días y sigo sin ver la luz del futuro... Cada vez lo veo más oscuro al igual que las madrugadas de cielo sin lunas, últimamente demasiadas noches... demasiado solo... demasiado incierto...

Parece que el reflejo lunar no quiere tocar mi cuerpo y de nuevo solo sueño con ello... el momento, el instante... fugaz... en el que el rayo lunar toque suavemente mi piel para hacerme brillante como antes... tan brillante que no habrá penumbra en el mundo que pueda acercarse a mí jamás...

Sueño con ser la luz que guíe una vida, una vida perdida, una vida olvidada, una vida totalmente alejada, que no vuelve conmigo desde que de pequeño me acompañaba en la cama, cada noche, en cada instante nocturno...

A veces pienso, que te he perdido amiga, que te has sumido en rencores y no piensas perdonarme. Espero desde mi cama, cada noche, cada madrugada, que vuelvas a mí, tu luz... la que me totalmente embriaga mi cama, cada noche... cada madrugada...

No hay comentarios: